viernes, 14 de diciembre de 2012

PRINCIPIOS, ACTITUDES Y HECHOS




Es muy difícil que dos personas, por muy afines que sean, coincidan en todo. Siguiendo el silogismo; es sumamente complicado que cientos, digo miles, de personas, por muy afines que sean, puedan coincidir en todo.

Perogrulladas aparte, no conozco a ningún votante de los de Ferraz que comulgue (sin ironías) al cien por cien con todas las premisas ideológicas de su partido, y valga también lo dicho para los de Génova... Entonces, ¿por qué se nos exige a los demás fidelidad infinita?.

Cada mujer y hombre poseen unos PRINCIPIOS ideológicos propios, únicos e inalienables, frutos de su herencia, su educación, sus relaciones y el contexto en el que se desenvuelven. Estos principios, se van a traducir después en ACTITUDES vitales que les permitirán enfrentarse a la realidad, conocerla, aprehenderla y modificarla, generando HECHOS o acciones físicas y tangibles.

A raíz de esas acciones, cada persona se construye, se identifica como ciudadano y busca su lugar en la sociedad, en un intento hercúleo por integrarse, huir de la soledad y sentirse aceptado dentro del grupo.

Buscar una "marca" identitaria, en la que sentirse reconocido, y en la que se reproduzcan esos principios ideológicos básicos que nos conforman, es una meta para el individuo, y un fin, en sí mismo, para la supervivencia de los distintos partidos políticos. 

Así pues, la afiliación de nuestro voto no sólo es producto de una coyuntura social, política y económica concreta, por muy alarmante que ésta pueda llegar a ser (sirvan de ejemplo las últimas elecciones autonómicas andaluzas), sino que existen otros factores inherentes a la persona, que son de carácter endógeno, y por consiguiente, menos susceptibles de modificación; aunque, por supuesto, no inmutables.

¡Estamos donde quería, yo, llegar!. Toda la reflexión anterior está generada por una respuesta que el Ministro de Justicia, don Alberto Ruíz-Gallardón, desde la tribuna del congreso, "propinaba" (y uso esta expresión, de forma consciente, por la alevosía que se adivinaba en sus palabras y como sinónimo de puñetazo) al señor Carlos Gorriarán, parlamentario de UPyD, cuando éste interpelaba al gobierno sobre los indultos concedidos a varias personas condenadas por motivos de corrupción.

Aquí, el señor Gallardón se sacó de la chistera unos indultos concedidos, casi en el siglo pasado (2004-2006), por el PSOE, cuando Rosa Díez aún formaba parte de ese partido. (¡Qué fijación con Rosa...! ¡Si por él fuera, le pagaba otra vez la afiliación al PSOE! ¡Allí les daba menos problemas...!)

Mi réplica, de haber tenido la oportunidad hubiera sido muy simple: <<Por indultos como esos y otras cosas, señoría, es por lo que Rosa abandonó el PSOE>>.

Y es que lo decía al principio. Es muy difícil que uno coincida plenamente con el paradigma ideológico de su partido; te acercas, pero nunca haces pleno (como en los bolos). Pero amigos, precisamente lo mejor de la democracia es la LIBERTAD para ELEGIR, acompañada de la LIBERTAD para CAMBIAR cuando crees que tus principios son vulnerados por las actitudes y los hechos de los otros; especialmente si los otros son de tu mismo partido...

Enrique Javier Valdivia Ocón

1 comentario:

  1. Que gran razón tienes amigo, y ni que decir tiene lo sinvergüenzas que son los que gobiernan que se dedican a justificar sus actos de corrupción y alevosía en actos pasados, cuando lo que deberían de hacer es aprender de ellos. Ojalá los mayas tuvieran algo de razón y el día 21 suceda el tan esperado cambio que tanto estamos necesitando...
    Besos desde Madrid

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