martes, 10 de julio de 2012

RECORTES:DOS POR EL PRECIO DE UNO...

El problema de la educación en España viene de antiguo, muy antiguo. La historia de la viga de Ohanes,(1) es un buen relato de lo poco que ha importado a la Administración, desde siempre, todo lo relacionado con la enseñanza a todos los niveles: desde primaria (pasas más hambre que un maestro de escuela) a la Universidad (que inventen ellos).

El aumento de carga docente no suele ser visto como un problema por parte de la sociedad. Es más, las quejas que al respecto formulamos los docentes, suscitan un tremendo rechazo en todos los ámbitos sin ningún tipo de distinción. El comentario generalizado es:
Estos tíos son unos vagos que no quieren trabajar dos horas más a la semana.
Parece no querer entenderse que el problema no está en dar dos horas de clase más a la semana. De lo que se trata es que, en primer lugar lugar, el profesor de filosofía no va a dar dos horas más de filosofía. No. Lo dará de lo que se tercie, ya sea lengua, inglés, francés o de cualquier otra asignatura de las consideradas afines. En segundo, que con esa medida, lo que realmente se pretende es despedir a profesores.

Afortunadamente para el gobierno en este país, y de las autonomías, mientras el niño vaya aprobando, a nadie le importa quien y como se le den las clases o si aprende o no.

Como en Secundaria y Bachillerato la cosa ha dado tan buenos resultados, han decidido aplicar la misma receta en la Universidad, pero en versión 2.0: el aumento de la carga docente ha sido del 33%, de manera que a bote pronto, y de un plumazo, sobra uno de cada tres profesores. Voy a tratar de explicar, aún a sabiendas de que no le importa a casi nadie, las consecuencias de semejante dislate.

La Universidad es un ente baste peculiar. De acuerdo a la primera definición de la RAE es la institución de enseñanza superior que comprende diversas facultades, y que confiere los grados académicos correspondientes. Así que, al menos y de acuerdo a la definición de la RAE, la DOCENCIA debería ser la parte más importante de la labor de cualquier docente. Pues bien, no solo no lo es si no que además puedo afirmar con completo conocimiento de causa que importa una miércoles quien dé clase o como se dé la clase. La docencia no sirve absolutamente para nada y es más un castigo que una obligación.

De hecho se da la siguiente paradoja. Se dice que los profesores tenemos que investigar porque eso redunda en la mejora de nuestra docencia, pero a medida que investiguemos y vayamos obteniendo sexenios, se reduce la carga docente; si eres doctor, se reduce la carga docente, por estar en proyectos de investigación, se reduce carga docente... de manera que parece ser que el objetivo último de todo profesor que se precie es investigar lo suficiente para no tener que dar clase. Los tiros de la última reforma van, precisamente por ese camino: a quien no investigue lo suficiente se le castiga con más clases. El legislador parece no entender  que si da más clases, entonces investigará menos. Mientras que aquel que investigue lo suficiente, se verá recompensado con menos clases, que le permitirán investigar más. Un ejemplo más del bien conocido efecto Mateo.

Pero la cosa no termina ahí: hay que despedir gente.  ¿Y qué gente se despide? Pues asociados, ayudantes, ayudantes doctores... todos ellos gente joven preparada y que son los que realmente llevan el peso de la investigación que se hace en la universidad.

Aquí y en cualquier universidad del mundo.


El que desparezcan los investigadores jóvenes,  conlleva el desmantelamiento de grupos de investigación y de líneas de trabajo que ha costado años formar. a corto plazo, estamos hablando de un derroche y un despilfarro de recursos públicos de magnitudes difícilmente calculables. A largo plazo, prefiero no pensarlo.

En un país cuyo Dios es el ladrillo y suya religión es pelotazo es difícil encontrar gente que entienda que la investigación es un árbol que tarda muchos años en dar frutos y que hay que regar continuamente, porque es muy frágil: aquí todos queremos tener un Silicon Valey, en nuestra autonomía, pero nos olvidamos que Silicon Valey se fundó en 1950 y tardó veinte años en convertirse en lo que es actualmente.

¿Alguien sabe de algún político en este país que piense a veinte años vista?


Por si fuera poco, los que quedemos nos vamos a ver obligados a dar asignaturas de las que, reconozcámoslo, no vamos a tener ni puñetera idea. Y no la tenemos porque, pese a quien pese, la docencia en la universidad es, por naturaleza, tremendamente específica. Aquí no hablamos de dar Matemáticas o Física General. Aquí se habla de dar: análisis de Fourier, Mecáníca estadística, Topología, Mecánica cuántica... Materias que, para explicarlas correctamente en clase, necesitan muchos años de preparación e investigación.

Resumiendo: de una tacada se van a cargar la poca calidad docente que quedaba y van a desmantelar el tejido investigador de la universidad. Todo un dos por el precio de uno. ¿Hay quién de más?
CARLOS E. (1) Aquí se recoge una versión comentada

3 comentarios:

  1. Creo que el ombligo se lo deberían mirar también los docentes.
    No sé si pretenden eliminar puestos de trabajo (que puede que si), pero, hay muchísimos docentes que no merecen ostentar ese título.
    Tengo 3 hijos y han pasado por multitud de colegios (debido a mi trabajo), 7 en concreto.
    He visto de todo. Así que cada cual se defienda personalmente, porque como colectivo, y bajo mi punto de vista deja mucho que desear.

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    1. No te digo que no lleves razón. Que como decimos aquí, cada uno es de su padre y de su madre... Pero siguiendo tu argumento, por esa regla de tres, ningún colectivo de ningún ámbito profesional "dejaría nada que desear", ya que para bien o para mal, todos están formados por personas, y las personas somos falibles. En el texto no se defendía ninguna postura individual o personal de ningún docente, sino que se hacía incapié en el doble juego de la Junta de Andalucía, que "se pone chula" con el Gobierno Central diciendo que ellos no van a aceptar directrices de recortes en cuanto a Educación, y por otro lado sí las están aplicando, aunque de una manera menos mediática. Por eso desde UPyD, lo denunciamos y lo compartimos con los ciudadanos. Se trata, tan solo de ser crisoles de la Verdad.

      Cordialmente, un saludo.
      Enrique J. Valdivia

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    2. Anonimo Enhorabuena. Leyendo su comentario veo que sería un magnífico alcalde de Ohanes.

      Lo que no acabo de entender es eso de: Creo que el ombligo se lo deberían mirar también los docentes.

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